La participación social es fundamental en el
desarrollo de una sociedad democrática, pues el ejercicio de la democracia no
se limita a participar en los procesos electorales, sino que implica el compromiso
con el mejoramiento de nuestra comunidad.
La participación social puede tener distintas
modalidades:
Participación formal: Se anuncian los derechos
y deberes de los ciudadanos.
Participación espontanea: Se presenta cuando
los miembros de la localidad, al sentir una necesidad o enfrentar un problema
común, se organizan y tratan de resolverlo.
Participación organizada: La promueven partidos
políticos, para apoyar el cumplimiento de los planes y programas de gobierno, o
bien para efectuar obras y acciones de beneficio colectivo.